1. Durabilidad a Prueba de Clima:
Los suelos de madera tratados están diseñados para resistir las variaciones climáticas. El tratamiento especializado protege la madera de la humedad, evitando la descomposición y garantizando una mayor vida útil en comparación con la madera no tratada.
2. Resistencia a Plagas y Hongos:
La madera tratada es menos propensa a ser atacada por plagas y hongos, lo que la convierte en una opción más duradera. Esto es crucial para mantener la integridad estructural de los suelos al aire libre, donde están expuestos constantemente a factores ambientales.
3. Mantenimiento Sencillo:
Una de las ventajas destacadas es el mantenimiento fácil. Los suelos de madera tratada requieren un cuidado mínimo. Un sellador o barniz ocasional ayuda a preservar la belleza y la resistencia de la madera, manteniendo su aspecto impecable durante muchos años.
4. Variedad de Estilos:
La madera tratada para exteriores viene en una amplia variedad de colores y patrones, permitiendo a los propietarios personalizar sus espacios al aire libre según su estilo y preferencias.